"No podemos permitir que la agenda social adoptada y la trayectoria de combate contra la pobreza y la exclusión sufran ningún retroceso"

29/08/2014

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Marcelo Neri, Jefe de la Secretaria de Asuntos Estratégicos de la presidencia de la República de Brasil.

¿Cuáles son los temas clave en la nueva agenda social latinoamericana?

A mi modo de ver, garantizar el crecimiento sostenible e inclusivo, con disminución de las desigualdades sociales que hace siglos marcan nuestra realidad, es tema clave de la agenda brasileña y latinoamericana de la actualidad. No podemos permitir que la agenda social adoptada y la trayectoria de combate contra la pobreza y la exclusión sufran ningún retroceso.

Es también un tema relevante de la nueva agenda social de la región, y que guarda relación con los objetivos de los consejos económicos y sociales, la ampliación de la participación social en la planificación participativa, así como en el seguimiento y evaluación de las políticas públicas.

¿Qué importancia tiene la cohesión social en la coyuntura de crecimiento de los países de América Latina?

El crecimiento con inclusión social ha sido el objetivo de los recientes esfuerzos de diversos países latinoamericanos. Brasil ha sido considerado un ejemplo en la lucha contra la pobreza, habiendo superado los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) -reducir la pobreza a la mitad antes de 2015-. Según el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), vinculado a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la República de Brasil, el índice de pobreza extrema en el país cayó un 75% entre 2008 y 2008. Y continúa cayendo: entre 2011 y 2012, el número de brasileños que vivían en el umbral de la pobreza cayó, aproximadamente, de 19 millones de personas a 15,7 millones, una caída del 20% en tan solo un año. Esto refleja un avance impresionante.

Esto significa que estamos creciendo con calidad, aumentando la calidad de vida de las personas. En los últimos años, el país no sólo ha crecido, sino que ha distribuido mejor su riqueza. El éxito en la reducción de la pobreza también ha estado vinculado a una sustancial reducción del grado de desigualdad de la distribución de la renta.

Defendemos que el crecimiento económico, con sustentabilidad ambiental, con protección social universal, con valorización del salario mínimo y con distribución de los resultados del crecimiento de forma más ecuánime entre las personas, es el camino para que avancemos a favor de la cohesión social, cuyo concepto es amplio y no puede ignorar las particularidades de cada región. Aumentar la cohesión social en América Latina implica, por tanto, enfrentar problemas socioeconómicos, complejos y  multifacéticos: requiere esfuerzos para reducir la pobreza y disminuir las desigualdades, además de mejorar el acceso a la educación, a la salud y a los servicios públicos de un modo general.

El Programa EUROsociAL puede desempeñar un papel clave al apoyar iniciativas latinoamericanas en distintas áreas sociales.

¿Cómo enfrentan los gobiernos latinoamericanos las demandas de una clase media en crecimiento y con mayores expectativas?

En los últimos años, América Latina ha logrado sacar a millones de personas de la pobreza, fruto de demandas de la sociedad y otros factores, y uno de ellos es evidentemente consecuencia de los esfuerzos de los gobiernos en la implementación de programas de transferencia de renta, motores de la reducción de la pobreza. Se trata de una nueva clase media que surge con fuerza en diversos países de la región con acceso a bienes de consumo, con nuevas oportunidades de empleo, y exigiendo calidad en los servicios públicos, sobre todo en los campos de la salud y de la educación.

En Brasil, el perfil socioeconómico ha cambiado y la principal novedad ha sido el fortalecimiento de la clase C, con intensa movilidad social: entre 2004 y 2010, 32 millones de personas subieron a la categoría de clases medias (A, B o C) y 19,3 millones salieron de la pobreza. Los 94,9 millones de brasileños que componen la nueva clase media corresponden al 50,5% de la población. Poseen el 46,24% del poder de compra (datos del 2009) y superan las clases A y B (44,12%) de D y E (9,65%). La nueva clase media brasileña está formada por personas más jóvenes con un nivel de escolaridad más alto (y dispuestas a aumentarlo), esta clase social es más exigente a la hora de consumir y decidir dónde invertir su dinero y está mayoritariamente insertada en el mercado de trabajo formal.

Nuestro desafío ahora es pensar en caminos para evitar un posible retroceso. La Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) de la Presidencia de la República proyecta, por tanto, políticas públicas de protección social capaces de evitar que tales personas vuelvan a la condición de pobreza al mismo tiempo que se les ofrece oportunidades eficaces para su profesión continua.

¿Cómo se percibe desde América Latina la crisis en Europa?

Brasil está convencido de que no se combate la crisis únicamente con políticas de austeridad que acentúan los efectos negativos de la recesión. Creciendo con inclusión social, con fortalecimiento de programas de transferencias de renta con ampliación de crédito para las familias, con fortalecimiento de los bancos y empresas estatales hemos conseguido obtener mejores resultados en términos de ampliación de renta y de empleo. En plena vigencia de la crisis, en 2013 vivimos una situación casi de pleno empleo (en torno al 5%).

Europa y América Latina estrechan cada vez más sus relaciones, desde Latinoamérica, ¿cómo se concibe este intercambio?

No cabe duda de que el intercambio entre los países de América Latina y de Europa, a lo largo de los tiempos, contribuyó a que fueran alcanzados avances en los campos económico, social, cultural y ambiental en los dos lados del Atlántico. En la cosecha del diálogo social están los Encuentros de la Sociedad Civil Organizada Unión Europea - América Latina y Caribe, que contaron con la participación brasileña varias veces y la demostración de aproximación y de avance en la cooperación entre regiones. Otro foro relevante de diálogo entre Europa y América Latina es el Encuentro Ibero-Americano de Consejos Económicos y Sociales, que tuvo hasta el momento dos ediciones realizadas, siendo una en Porto Alegre y otra en Madrid.

En concreto, su Ministerio está muy involucrado en acciones de Diálogo Social con un gran componente regional ¿en qué políticas se está realizando esta colaboración y que impactos se esperan obtener?

Pensar y planear el futuro presupone diálogo con los distintos actores sociales, para, de esa forma, encontrar los mejores caminos para el crecimiento con inclusión. En ese contexto de la promoción del diálogo plural para el desarrollo a largo plazo, envolviendo al gobierno y a la sociedad civil, está insertado el Consejo de Desarrollo Económico y Social (CDES), que cumplió 10 años de funcionamiento en 2013.

Desde 2003, el CDES ha contribuido para ampliar la capacidad de definir, de forma compartida, los grandes rumbos del país. El intercambio de informaciones y de experiencias con consejos de otros países y regiones, el conocimiento de las distintas realidades nacionales y estrategias o herramientas de diálogo, fueron fundamentales para fortalecer y enriquecer el propio CDES en su misión de asesoramiento para el perfeccionamiento de las políticas públicas.

¿Cómo valora la creación de la Red CESALC y cuál es el horizonte de esta red regional recién creada?

Para el CDES, la Red CESALC amplía todavía más el abanico de socios en la cooperación, proporcionando un relevante foro para el debate de temas comunes entre los consejos económicos y sociales de países de América Latina y del Caribe.

EUROsociAL