Hacia una agenda regional social de América Latina

EUROsociAL, programa de cooperación de la Comisión Europea, organizó en Nápoles el Seminario birregional América Latina y Europa “Inclusión social activa: mejoramiento de las estrategias para superar las condiciones de pobreza y exclusión social”

En el segundo día se llevó a cabo una mesa redonda en la cual autoridades de los países participantes presentaron las diferentes trayectorias nacionales en la implementación de políticas sociales y debatieron las perspectivas para impulsar una mayor convergencia y coordinación regional en este campo.  

El Seminario puso de manifiesto amplios consensos- en buena parte de la región –alrededor de algunos ejes de reforma de la protección social-. El primero es la necesidad de avanzar más decididamente hacia diseños integrados de estrategias de combate a la pobreza que combinen tres componentes: (a) un apoyo a la renta adecuado para garantizar el derecho a contar con ingresos mínimos; (b) unos mercados laborales que favorezcan la inserción y (c) el acceso a servicios de calidad. Cabe resaltar en este punto la fuerte similitud con el enfoque europeo de inclusión activa (ver la Recomendación de la Comisión Europea del 2008, incluida también en el Paquete de Inversión Social lanzado en 2013). El segundo punto de acuerdo, muy vinculado con lo anterior, es la evidencia de que la batalla contra la pobreza y la exclusión no se gana a través de programas ad hoc. La pobreza es la punta del iceberg de desequilibrios sociales más complejos. En este sentido las políticas focalizadas y concentradas en la pobreza llegan a paliar las situaciones más dramáticas, pero pueden convertirse en un sucedáneo; y pueden relegar a un segundo plano el imperativo de construir cohesión social a través de políticas más amplias que apunten, al mismo tiempo, a proteger, prevenir y promover el capital humano a lo largo del ciclo de vida de las personas. Adoptando esta perspectiva será posible avanzar para interrumpir la transmisión intergeneracional de la pobreza. El tercer área de convergencia identificada por el seminario radica en la exhortación a priorizar acciones en ámbitos claves para la cohesión social, destacándose las asimetrías territoriales, la desigualdad de género, la baja calidad del empleo y la desprotección de la infancia. El cuarto argumento común atañe al pacto político, social y fiscal, condición insoslayable para expandir el gasto social en un marco de estabilidad y sostenibilidad, aumento de la inversión pública sin la cual no podría pasarse de políticas focalizadas a políticas orientadas por la concepción de los derechos de ciudadanía y capaces de atacar los nudos estructurales de la desigualdad. Finalmente, la oportunidad de avanzar hacia una mayor convergencia y una mayor coordinación de los países de la región en materia de políticas sociales destaca como un quinto elemento que ha suscitado una clara visión compartida. En este propósito, si por un lado se ha apuntado el carácter eminentemente declaratorio de muchos foros y reuniones regionales de alto nivel, por otro los participantes han expresado el deseo de acabar con las múltiples convocatorias, para apostar más bien por un proceso cada vez más unitario. La CEPAL, al respecto, ha recordado el próximo establecimiento de un nuevo órgano subsidiario de la CEPAL – la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe –, que busca mejorar las políticas nacionales de desarrollo social, así como la cooperación internacional, regional y bilateral en esta materia.

Los representantes de EUROsociAL han reiterado el compromiso de apoyar estos procesos en 2015, haciendo referencia también al hecho de que la integración regional constituye un hilo conductor histórico de la cooperación europea con América Latina. Uno de los apoyos puede consistir en poner a disposición la experiencia del “Método Abierto de Coordinación” en materia social y de los dispositivos de gobernanza supranacional para la implementación de la Estrategia Europa 2020. Además, los países de América Latina ya manifiestan una convergencia de facto en muchos campos del área social, tal como demuestran los consensos comentados arriba que configuran pilares de una posible agenda común.

En el Seminario ha habido una importante presencia de representantes de la Comisión Europea, de Italia (en calidad de país anfitrión y presidente pro tempore de la Unión Europea), del Comité de Protección Social, de Bélgica y Eslovenia, entre otros. Además de aportar elementos al debate basados en la experiencia europea, varios ponentes han mencionado que Europa y América Latina, o gran parte de los países de las dos regiones, están más cerca que en el pasado. No solamente ambas regiones se confrontan con problemas de pobreza y exclusión social, también se observa una aproximación a los temas de la pobreza y la desigualdad que se sustenta en valores y orientaciones políticas ampliamente coincidentes. Lieve Fransen, Directora de Europa 2020, ha recordado que Europa mira con atención al positivo efecto anticíclico de las políticas de inversión social emprendidas en América Latina, añadiendo también que la región se encuentra hoy en las mejores condiciones para realizar las reformas de los sistemas de protección social, gracias al largo período de crecimiento sostenido vivido por la región. En Europa, son precisamente los Estados con regímenes de bienestar más modernos y robustos aquellos que han resistido mejor a los embates de la crisis económica y financiera, resguardando altos niveles de cohesión social.

Para terminar, cabe señalar que el seminario, organizado por EUROsociAL, PROGRAMA DE COOPERACIÓN DE LA Comisión Europea, y la CEPAL, ha sido organizado por el IILA y el CISP y ha contado también con la importante participación de la FIIAPP (líder del consorcio EUROsociAL), la OIT, la OEA, GIZ y las Embajadas en Italia de Chile y Ecuador.

IILA