Europa y América Latina, estrategias comunes para la lucha contra la pobreza

Aunque por circunstancias distintas, tanto América Latina como Europa enfrentan problemas de pobreza y desigualdad. Estas se combaten con el esfuerzo conjunto de diferentes políticas.

Pero es también cada vez más evidente que la coooperación y la colaboración entre los países de una región -en contextos de creciente interdependencia de sus economías- son factores clave para avanzar hacia objetivos comunes de inclusión social.

En Nápoles, el 25 y 26 de noviembre se llevará a cabo el Seminario birregional América Latina y Europa “Inclusión social activa: mejoramiento de las estrategias para superar las condiciones de pobreza y exclusión social”.

La iniciativa organizada por el área políticas sociales de EUROsociAL, el programa de cooperación de la Unión Europea con América Latina, en colaboración con la CEPAL, constituye un espacio de aprendizaje entre pares.

Las jornadas de Nápoles prevén dos fases: en la primera se profundizará la reflexión político-institucional en torno a cómo integrar –dentro de los sistemas de protección social– tres pilares fundamentales para una inclusión ‘activa’, esto es: los apoyos monetarios a los ingresos (entendidos como una medida estable e institucionalizada), la mejora de la participación o la reinserción en el mundo del trabajo y el acceso a servicios de calidad. La segunda parte del seminario estará dedicada a las perspectivas de coordinación y convergencia de las políticas sociales de los países de América Latina.

Con este fin se compartirán también valoraciones de la experiencia europea de gobernanza supranacional en el ámbito de la protección social. El supuesto que anima esta segunda fase del seminario –en la cual se realizará una mesa redonda con altas autoridades– es que la convergencia y la coordinación de las políticas sociales a nivel regional pueden coadyuvar también el manejo de los ciclos económicos, favoreciendo al mismo tiempo mayor equidad y mayor resiliencia. Manejo de ciclos económicos que, aunque a escala diferente, en ambas regiones depende cada vez más de las interrelaciones entre sus países.

América Latina ha avanzado mucho en la lucha contra la pobreza (del 43,9% del 2002 al 27,9% en 2013). También la distribución de la riqueza ha mejorado, en un período en el cual Europa está viviendo su peor crisis desde el pos-guerra y un empeoramiento de los fenómenos de pobreza y exclusión social (más 6,5 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión entre 2008 y 2012). Las dos regiones pueden hoy dialogar como nunca en el pasado, cuando Europa era considerada inalcanzable. Hay problemas similares y ambas regiones se confrontan con el desafío de escribir una nueva página de los modelos de bienestar social.

La cita convocada en Nápoles pretende contrastar las reflexiones actuales en América Latina y Europa sobre políticas de protección social y la lucha contra la pobreza y la exclusión social. De gran interés será conocer las trayectorias desarrolladas por Europa para coordinar las políticas nacionales de protección social en el ámbito de su agenda de integración regional.

IILA