La información independiente de medicamentos como un mecanismo de cohesión social

02/12/2015

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José Julián López, Director Centro de Información Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia (CIMUN)

El concepto de cohesión social no es fácil de definir por lo que puede ser interpretada desde el punto de vista sociológico como el grado de consenso de los miembros de un grupo social o la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común.  En otros casos se concibe como la solución ideal a las tensiones y los problemas sociales de las ciudades modernas como la exclusión social, la pobreza y la violencia.  También puede ser vista como una comunicación constante entre los mecanismos de inclusión y exclusión sociales (políticas de salud, empleo y bienestar entre otras) y las respuestas y percepciones de la ciudadanía frente a la forma en que actúan estos mecanismos y que se traducen en un sentido de pertenencia a la sociedad.  En resumen, la cohesión social hace referencia a ese “espacio” en el que las políticas sociales hacen que las personas sean, y se sientan, parte de la sociedad.  (1)  

Para EUROSociAL, está relacionado con la igualdad de oportunidades basado en el bienestar, el sentido de pertenencia y con la solidaridad, valores que representan a las sociedades unidas en torno a un proyecto común. (2)

Ahora surge la pregunta de cómo articular este concepto con la información independiente de medicamentos.  Se debe tener en cuenta que los medicamentos representan una parte muy abultada del gasto total en salud, además que representan la intervención terapéutica de mayor utilización en salud y considerando la velocidad del desarrollo tecnológico y el crecimiento del costo de las terapias se hace necesario construir un proyecto en torno a los sistemas de salud de países con restricción de recursos: el uso racional de los medicamentos.

La política apunta a resolver dificultades en el uso adecuado de los medicamentos como eje fundamental, incluido el desarrollo de los servicios farmacéuticos como la estrategia de mejoramiento continuo del espacio en el que más frecuentemente se utilizan, así como a corregir defectos del sistema de vigilancia y control de la calidad y a reducir inequidades en el acceso. Se debe hacer énfasis en que los medicamentos tienen un carácter reactivo frente a las políticas en salud en contraposición a las políticas de prevención y promoción que deben prevalecer en un verdadero Sistema de Salud.  Por lo tanto es necesario generar una cultura que minimice el despilfarro, el mal uso y el abuso de los medicamentos. (3)

Precisamente la asimetría en el acceso a una información objetiva, clara y dirigida son las principales generadoras del uso no adecuado de los medicamentos.  Esto se da como consecuencia del elevado número de nombres comerciales que la industria coloca en el mercado y que produce confusiones e imposibilita a los médicos conocer las características de todos ellos y su precio de venta, por lo que se inclinan a prescribir las marcas en las que el empeño de promoción es más efectivo, facilitando la labor de las campañas publicitarias y la fijación discrecional de precios.  En el mismo sentido, los nombres comerciales o de fantasía no indican la composición farmacológica de los productos mientras que los nombres genéricos aseguran dicho reconocimiento.  Los grandes laboratorios presionan a los médicos a través de documentación científica, material de propaganda, muestras gratis, financiamiento de eventos y publicaciones y una pléyade de visitadores médicos.  Por otra parte, las campañas de los laboratorios crecientemente aplican publicidad al público en general.  En los medios masivos de comunicación se anuncian las novedades describiendo un gran número de enfermedades o síntomas para los cuales el medicamento promovido supuestamente es excepcional generando gran expectativa para los pacientes que finalmente terminan transmitiéndola al médico, cerrando de esta manera el circulo de demanda inducida (4).

Como respuesta a la necesidad de información de los profesionales de la salud, al creciente volumen de información científica en todos los ámbitos de comunicación (especialmente internet), al mercado en constante expansión y la industria farmacéutica como principal fuente de información para los prescriptores, se hace necesario producir y difundir información sobre medicamentos que sea fiable, relevante accesible, centrada en problemas terapéuticos prevalentes, basada en estudios científicos de calidad e independiente del fabricante.  Los Centros de Información de Medicamentos y los boletines independientes de información son la respuesta a esta necesidad, pero es necesario que los Estados les confieran el protagonismo en la construcción de la política farmacéutica nacional con el fin de conseguir los objetivos de acceso, calidad y uso racional de los medicamentos.

Es por esto que el programa nacional de uso racional de medicamentos y la política farmacéutica nacional de Colombia con el apoyo de EUROSociAL y otras entidades internacionales, ha establecido como una de sus estrategias la producción de información terapéutica independiente a través del Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional (CIMUN), la cual está dirigida inicialmente a los prescriptores y en una segunda fase se orientará a la educación sanitaria del público en general.

Referencias bibliográficas

  1. Cohesión social y políticas sociales para alcanzar sociedades más inclusivas en Iberoamérica.  XVII cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.  8,9 y 10 de noviembre, Chile 2007.  Disponible en: http://segib.org/es/node/5107
  2. La cohesión social.  Disponible en: http://eurosocial-ii.eu/es/pagina/cohesion-social
  3. PFN: http://apps.who.int/medicinedocs/documents/s18068es/s18068es.pdf
  4. Gonzales García Ginés, Catalina de la Puente, Sonia Tarragona.  Medicamentos: salud, política y economía.  1 edición, Buenos Aires: ISALUD, 2005.  256 p

 

José Julián López, Director Centro de Información Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia (CIMUN)