La mera existencia de Mecanismos Alternativos de Resolución de Conflictos (MASC)  en Nicaragua no ha garantizado que se agote esta opción antes de judicializar los conflictos. En este sentido, se hace necesario fortalecer aspectos subjetivos y crear una conciencia social acerca de sus beneficios y efectividad, influyendo también en el cambio de mentalidad en los funcionarios encargados de su promoción y ejecución.

Con este objetivo, el Programa EUROsociAL II ha puesto a disposición de la Dirección RAC del Poder Judicial de Nicaragua una asistencia técnica para elaborar una estrategia de comunicación. Esta asistencia está enmarcada en el programa ""Apoyo al Acceso a la Justicia. Componente Fortalecimiento de los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC) en América Latina"" cuyos responsables son el Consejo General del Poder Judicial y la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (COMJIB).

La experta en comunicación Laura Cárdenas desarrolló junto a los responsables de Dirección Alterna de Resolución de Conflictos (DIRAC) una metodología participativa que contó con los aportes de funcionarios de alto nivel, mediadores, periodistas y otros actores de la sociedad civil para la creación de una exitosa estrategia de comunicación e incidencia. En opinión de la directora de la DIRAC, Leticia Herrera ""parte del éxito fue la exhaustiva preparación de la misión y la metodología participativa utilizada. El trabajo fue muy intenso y hubo una gran participación de los funcionarios de la DIRAC lo que indica el nivel de apropiación de la estrategia"".

En opinión de la magistrada Alba Luz Ramos, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, gracias al apoyo de EUROsociAL ""podremos promover los mecanismos alternos de resolución de conflictos lo cual impactará en mejorar la cohesión social de varias formas"". ""En primer lugar porque la ciudadanía de forma activa, tiene la oportunidad de ser protagonistas en la solución de sus diferencias y controversias y contribuir así a una cultura de paz"", añade la magistrada, ""y en segundo lugar porque cuando los asuntos que son mediables o conciliables y se resuelven por vía del dialogo se evitan erogaciones y recursos que tanto la población como el mismo Estado puede reorientar al crecimiento social y al desarrollo humano productivo"".